Portal Oración 24x7SUS PALABRAS EN NUESTRA BOCA – DÍA 40
DESAFIO DE 100 DIAS DE ORACION – Por Mike Bickle (Devocional)
[La oración] puede llevarse a cabo mejor después de que el hombre interior ha sido nutrido por la meditación en la Palabra de Dios. A través de su Palabra, nuestro Padre nos habla, nos anima, nos consuela, nos instruye, nos humilla y nos reprueba. (George Müller)
COMO PARTE DE nuestra armadura espiritual, tenemos la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Es un arma poderosa cuando se pronuncia y libera contra las tinieblas. En el estímulo de Pablo a los efesios para que fueran fuertes en Dios y en el poder de su fuerza, él escribió: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo… Y tomad,… la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo” (Efesios 6:11, 17-18).
Cuando fue tentado por Satanás, Jesús pronunció la Palabra de Dios, la cual salió como una espada que impactó el dominio de Satanás (Mateo 4:3-7). Cuando pronunciamos la Palabra de Dios, podemos liberar fortaleza en el corazón de un amigo. Podemos llamarlo “ánimo” porque le da valor o fuerza. Nuestra oración es la manera de Dios para liberar su poder de manera que ese amigo pueda superar la condenación o el desánimo o las pruebas de esta vida. Una manera en que crecemos en la oración es cuando pronunciamos la Palabra de Dios contra las mentiras de Satanás que atacan nuestro corazón.
EL LLAMADO A LA ACCIÓN
Recite frecuentemente todo el pasaje de la “armadura de Dios” de Efesios 6, y mientras dice cada parte de la armadura, piense como si estuviera poniéndosela. Tome esa armadura en serio y úsela para sus oraciones por usted y por los demás.
PARA REFLEXIONAR
“He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir,… para edificar y para plantar” (Jeremías 1:9-10).
Padre, por la gracia de Dios, estoy decidido a poner tus palabras en mi boca y a decir lo que tú digas acerca de las circunstancias que me rodean. ¡Qué privilegio es asociarme contigo para establecer tu reino sobre la tierra!
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Bendiciones en Cristo, Alberto Conti
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