Portal Oración 24x7¿POR QUÉ DIOS DEMORA LAS RESPUESTAS? – DÍA 37
DESAFIO DE 100 DIAS DE ORACION – Por Mike Bickle (Devocional)
He pasado postrado en el suelo durante días o semanas enteras en oración silenciosa o en voz alta. (George Whitefield)
UNA DE LAS preguntas más comunes que los cristianos hacen sobre la oración es por qué Dios retrasa las respuesta a las oraciones, en especial cuando parecen estar claramente de acuerdo con su voluntad. Varios factores podrían contribuir al retraso, incluyendo el tiempo de Dios, la resistencia demoníaca, el libre albedrío del ser humano, el deseo del Señor en asociarse con su pueblo y el valor que Él le da a que estemos en unidad con su corazón y los unos con los otros. Consideremos brevemente algunos de estos factores:
• El tiempo de Dios muchas veces es muy diferente al nuestro.
• La resistencia demoníaca puede provocar retrasos en que recibamos una respuesta a la oración. La resistencia se remueve cuando luchamos persistentemente contra los poderes demoníacos (Efesios 6:12, Daniel 10:13).
• El ser humano puede usar su libre albedrío para hacer el mal, y Dios podría permitirlo por algún tiempo. Así, la respuesta a nuestras oraciones es aparentemente retrasada, pero solo hasta que el Señor quite los obstáculos causados por las acciones malas.
• El Señor desea asociarse con su pueblo, así que nos anima a perseverar en oración.
• A veces Dios espera para liberar la respuesta a la oración hasta que su pueblo está con Él en justicia y en unidad unos con otros en humildad y amor.
La combinación exacta de estos factores es algo misterioso, así que debemos confiar en el liderazgo sabio y amoroso de Jesús en lo que respecta a la razón por la que las oraciones que están de acuerdo con la voluntad de Dios son retrasadas o aparentemente no respondidas del todo.
EL LLAMADO A LA ACCIÓN
Recuerde que los caminos de Dios son más altos que los suyos. A veces, una respuesta se retrasa porque el Señor quiere llevar algo mejor en su tiempo perfecto.
PARA REFLEXIONAR
“Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia” (Daniel 10:13).
Señor, cuando recuerdo que tu tiempo para responder mis oraciones muchas veces es diferente al mío, aunque siempre llegas justo a tiempo, me quedo en paz porque confío en tu liderazgo.
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Bendiciones en Cristo, Alberto Conti
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