ORACIONES APOSTÓLICAS DE LA BIBLIA- DÍA 46
DESAFIO DE 100 DIAS DE ORACION – Por Mike Bickle (Devocional)
La oración no cambia el propósito de Dios. Pero la oración sí cambia la acción de Dios. (Chuck Smith)
CUANDO INTERCEDO, CASI siempre uso las oraciones que están en la Biblia. Las oraciones que Jesús, Pablo y Pedro hicieron están registradas para nuestro beneficio. Me refiero a ellas como las “oraciones apostólicas” porque son las que Jesús hizo como nuestro apóstol principal (Hebreos 3:1) y las que el Espíritu Santo les dio a los apóstoles que eran sus seguidores. A continuación hay algunos ejemplos:
• Hechos 4:24–31 (Oración por la impartición del denuedo del Espíritu Santo junto con un incremento de señales y maravillas)
• Romanos 15:5–7 (Oración para la unidad de la iglesia en toda la ciudad)
• Romanos 15:13 (Oración para ser llenos de gozo, paz y esperanza sobrenaturales)
• Romanos 10:1 (Oración para que Jesús salve a Israel)
• 1 Corintios 1:4–8 (Oración para ser enriquecido con los dones sobrenaturales del Espíritu Santo, en dirección a la rectitud)
• Efesios 1:17–19 (Oración para recibir la revelación de la hermosura de Jesús, para ver cuán grandemente valora Él a su pueblo y su legado, y para andar en una mayor medida del poder de Dios)
• Efesios 3:16–19 (Oración por el fortalecimiento sobrenatural del corazón y una experiencia más profunda del amor de Dios)
• Filipenses 1:9–11 (Oración para que el amor de Dios abunde en nuestro corazón, dando como resultado discernimiento y un compromiso profundo con la rectitud)
• Colosenses 1:9–12 (Oración para conocer la voluntad de Dios, para ser fructíferos en el ministerio y fortalecidos por la intimidad con Dios mientras hacemos la obra del reino)
• 1 Tesalonicenses 3:9–13 (Oración para una unción en la eficacia ministerial para fortalecer a los creyentes para que ellos abunden en amor y santidad)
• 2 Tesalonicenses 1:11–12 (Oración para ser equipados y preparados para andar en la llenura del destino de Dios para la iglesia y su pueblo)
• 2 Tesalonicenses 3:1–5 (Oración para que aumente la Palabra por medio de la unción del poder del Espíritu Santo y para encontrar el amor de Dios en una mayor manera)
En 1979, cuando empecé a dirigir reuniones de oración a diario, usaba las oraciones apostólicas sencillamente porque no sabía qué otra cosa hacer. Era uno de esos encuentros de la vida real cuando Dios tomaba control de mi vida y decía:
“Eres un intercesor”. Me ponía de pie frente a mi iglesia de adultos jóvenes y decía:
“Soy un intercesor”. Ellos decían, “¿qué es eso?”. Yo respondía “no tengo idea”.
Verdaderamente, no tenía idea de lo que era un intercesor. Fui a las librerías de la ciudad y compré libros sobre intercesión. Había muy poco.
Al principio, no sabía nada de lo que debía hacer en una reunión de oración y ni siquiera sabía sobre qué íbamos a orar, así que escribí a mano las oraciones apostólicas. Desde entonces, he aprendido que las oraciones apostólicas en la Biblia son un regalo valioso para la iglesia: son las oraciones que ardían en el corazón de Dios por su pueblo. Estas oraciones nos dan el lenguaje del corazón del Señor, y debido a que Dios nunca cambia, podemos estar seguros de que todavía consumen su corazón. ¡Estas oraciones están garantizadas! Son como cheques firmados anticipadamente en el cielo que están solamente en espera de un cofirmante en la tierra para ser cobrados. Y son tan relevantes hoy como lo fueron en la iglesia primitiva.
EL LLAMADO A LA ACCIÓN
Hoy, tome tres oraciones apostólicas y dígalas en voz alta en su tiempo de oración privada. Mantenga vivas las palabras de esas oraciones en su espíritu durante el día. El Señor le escucha.
PARA REFLEXIONAR
“Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder” (2 Tesalonicenses 1:11).
Señor, tal como las oraciones apostólicas arden en tu corazón, haz que arda en el mío también. Quiero que me consideres como un fiel guerrero de oración para tu reino.
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Bendiciones en Cristo, Alberto Conti
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