CINCO PASOS PARA UNA ORACIÓN EFICAZ (PASOS 4 Y 5) – DÍA 36
DESAFIO DE 100 DIAS DE ORACION – Por Mike Bickle (Devocional)
La oración es debilidad que se apoya en la omnipotencia. (W. S. Bowd)
TENEMOS QUE ESTAR conscientes de la diferencia entre el ámbito espiritual y el natural para entender cómo funciona la oración. ¿Cómo pasan nuestras peticiones del ámbito espiritual al natural? A través de la oración santa, perseverante y confiada.
4️⃣ Paso 4: Recuérdele a Dios su Palabra. Este cuarto paso es esencial. Debemos recordarle consistentemente al Señor lo que nos prometió y lo que ya nos ha dado en el ámbito espiritual, como el profeta Isaías deja en claro: “Ustedes, los que invocan al Señor, no se den descanso; ni tampoco lo dejen descansar, hasta que establezca [lo que prometió]” (Isaías 62:6-7, NVI, corchetes añadidos).
En oración, presentamos nuestro caso y le recordamos a Dios su Palabra y lo que ya nos ha dado en el ámbito espiritual en Cristo o lo que ha prometido darnos con relación a nuestras circunstancias personales. (Vea Isaías 43:26). Le recordamos a Dios sus promesas y le agradecemos habérnoslas dado ya en el espíritu y por la seguridad de que se manifestarán en lo natural en el tiempo de Dios. Cuando le recordamos a Dios continuamente sus promesas con acción de gracias, nos preparamos para recibirlas en el ámbito natural.
5️⃣ Paso 5: Reciba lo que ha pedido en el ámbito natural. Las oraciones que están en la voluntad de Dios siempre serán respondidas en el tiempo de Dios y a la manera de Dios, así que no se rinda muy rápidamente ni se desanime si la respuesta a su oración se retrasa. Hay razones por las que Dios retrasa las respuestas, como lo veremos adelante. Repito, debemos recibir cada petición dos veces: primero en el espíritu y luego, con el tiempo, en lo natural. Dios no siempre da su respuesta como un derrame gigante de bendición. A veces, la respuesta llega por etapas, con el pasar de los meses, años o hasta décadas.
Podemos confiar en su liderazgo maravilloso en el tiempo y método en que Él responde nuestras oraciones. No es nuestra responsabilidad ajustar el tiempo o las circunstancias de nuestra bendición esperada; sencillamente debemos ser fieles y pacientes en oración.
EL LLAMADO A LA ACCIÓN
Recuérdele a Dios su Palabra, especialmente mientras el tiempo pasa y usted no ve su respuesta en el horizonte. Aférrese. Traiga las promesas a la memoria de Dios, reciba sus respuestas en el ámbito espiritual, y espere pacientemente. ¡Su respuesta llegará!
PARA REFLEXIONAR
“Hazme recordar, entremos en juicio juntamente” (Isaías 43:26).
Señor, hoy te recuerdo tus promesas para mí y recibo cada una de ellas, primero en el espíritu y, con el tiempo, en lo natural según tu tiempo perfecto.
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Bendiciones en Cristo, Alberto Conti
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