Como orar conforme a la voluntad de Dios
Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. (1 Juan 5:14, 15)
Cómo puedo saber que mi petición de oración esta en armoma con la voluntad de Dios? ¿Cómo sabré que mi petición es agradable al Padre? ¿Puedo estar seguro de que es correcto lo que estoy pidiendo?
Esas son algunas de las más válidas y frecuentes preguntas que se hacen en cuanto a la oración. ¿Qué es más desalentador que orar cuando no se está seguro de que la petición es compatible con el plan de Dios?
Por otra parte, ¿qué motivo mayor para orar podemos tener que acercarnos al Padre con la firme seguridad de que nuestra petición tiene su aprobación
divina?
No hay que examinar algunas peticiones de oración para saber si están de acuerdo con la voluntad de Dios, porque la Biblia es inequívocamente clara acerca de algunas cosas. Jamás tenemos que orar:
“Señor, libra a mi papá de su vida de pecado si es tu voluntad.” Jesús dijo: “El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lc 19: 1 O).
Dios “es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 P 3:9).
Cada vez que la Biblia es específica y clara en sus promesas, podemos orar con seguridad. Nadie tiene que orar: “Señor, ayúdame a Ser perdonador con quienes me han: hecho mal, si es tu voluntad.” Nuestro Señor pone muy en claro lo que debe ser nuestra actitud hacia quienes nos hacen mal. “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Ef 4:32).
No siempre tenemos una dirección tan específica en cuanto a nuestras peticiones. Sin embargo, Él nos guiará en nuestras oraciones para que pidamos conforme
a su voluntad.
Jesús dijo: “Pedid, y se os dará¡ buscad, y hallaréis, llamad, y se os abrirá” (Mt 7:7). Indicó así su deseo de satisfacer nuestras necesidades. Pablo escribió
que por nada debemos estar “afanosos, sino sean conocidas [nuestras] peticiones delante de Dios’ en toda oración y ruego, con acción de gracias” (FiI4:6).
El pasaje de 1 Juan 5:14, 15 nos revela la misma verdad: Dios quiere que le pidamos que atienda nuestras necesidades.
Al principio parece muy sencillo. Lo único que tenemos que hacer es pedir, y Dios pone manos a la obra para responder nuestras oraciones. Pero en realidad
hay más que eso. Dios pone condiciones a sus promesas. Pero esas condiciones son para nuestro bien; no son excusas para que Dios no responda nuestras oraciones. “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Jn 5: 14). Esa es la condición:
que pidamos conforme a su voluntad. Pero ¿cómo sabemos si estamos orando conforme a la voluntad de Dios?
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Del libro Trátelo con oración – Por Charles Stanley
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