ORACIONES VAGAS VS ORACIONES ESPECIFICAS ✍????????
El Señor no aprecia las oraciones vagas e imprecisas. Cuando Bartimeo el ciego, corrió detrás de Jesús, lo hizo gritando: “Jesús hijo de David, ten misericordia de mi” Aunque todo el mundo sabia que lo que el deseaba era la sanidad de sus ojos, con todo eso Jesús le pregunto:
“¿Que quieres que te haga?” Cristo deseaba una respuesta bien especifica. Bartimeo le dijo: “Maestro, que recobre la vista”. Jesús le dijo: “vete, tu fe te ha salvado”. Entonces Bartimeo abrió los ojos.
Jesús no le concedió la sanidad sino hasta después de que el hombre hablo específicamente.Jesús no le concedió la sanidad sino hasta después de que el hombre habló específicamente. Cuando usted traiga sus pedidos al Señor, venga con un requerimiento específico, un objetivo bien claro y una meta bien nítida. ????????????
Una vez me hallaba visitando cierta iglesia. Después del culto la esposa del pastor me pidió si podía venir a la oficina pastoral. El pastor me dijo: – Hermano Cho, ¿podría usted orar por una dama que está aquí?
-¿Qué necesidad tiene ella? -pregunté
– Bueno, quiere casarse, pero todavía no ha encontrado marido.
– Dígale que venga.
Ella entró y vi que era una linda mujer, una solterita de unos treinta años.
– Hermana -le pregunté – ¿cuánto tiempo hace que ora por un marido?
– Más de diez años – dijo ella.
– ¿Por qué Dios no ha contestado sus oraciones en estos diez años? – inquirí.
Ella se encogió de hombros. – Bueno, no lo sé. Son cosas de Dios. El sabe todas las cosas.
– Ese es su error -le dije -. Dios nunca trabaja solo. Siempre lo hace a través de usted. Dios es la fuente eterna de todas las bendiciones, pero obra sólo en respuesta a las oraciones de usted. ¿Desea realmente que ore por usted?
-Sí.
– Muy bien, entonces traiga papel y lápiz, y siéntese aquí delante de mí. Ella se sentó y yo le dije: – Si usted responde a todas las preguntas que le vaya hacer, oraré por usted, si no, no. Número uno: usted realmente desea un marido, pero ¿qué clase de marido? ¿Amarillo, blanco o negro?
-Blanco.
– Muy bien. Ahora escriba la pregunta número dos. ¿Cómo quiere que sea el marido, alto, mediano o bajo?
-¡Ah yo deseo un marido bien alto!
– Escriba eso. Número tres. ¿Desea usted un marido delgado y de buena presencia, o uno que sea así no más?
– Quiero que sea delgado y elegante.
-Escriba “delgado y elegante”. Número cuatro: ¿Qué clase de afición, o inclinación quiere que tenga su marido?
– Me gustaría que fuera músico.
– Perfectamente. Escriba “músico”. Ahora, ¿qué clase de trabajo quiere que tenga su marido?
– ¡Maestro de escuela!
– Bien. Escriba “maestro de escuela”.
Le hice más o menos diez preguntas, que ella apuntó en el papel. Entonces le dije: – Por favor, lea su lista.
Ella leyó punto por punto. Luego le dije: – Cierreahora sus ojos. ¿Puede usted visualizar a su marido?
– Sí, lo puedo ver claramente.
– Muy bien. Ahora, ordénelo. Hasta que usted no visualice nítidamente a su futuro marido en su imaginación, no podrá pedir por él, porque Dios no le va a contestar. Usted tiene que verlo claramente antes de empezar a orar. Dios nunca contesta oraciones vagas.
Ella se arrodilló, y yo puse mis manos sobre ella.
-Oh, Señor, esta hermana ve ahora claramente a su marido. Yo también puedo verlo. Y tú, Señor, también lo ves. Dios mío, te lo pedimos en el nombre de Jesús.
– Hermana – terminé diciendo – tome este papel y péguelo en el espejo de su cuarto. Cada noche, antes de ir a la cama, lea estos diez puntos y ore. Y cada mañana, cuando se levante, vuelva a leerlos, y pida de nuevo por su marido, y alabe a Dios por su respuesta.
Pasó como un año. Yo andaba cerca de esa iglesia otra vez, la señora del pastor volvió a llamarme por teléfono. – Pastor – me dijo – ¿podría venír a casa y almorzar con nosotros?
– Con todo gusto – le dije. Y fui a almorzar con ellos.
No bien llegué a la cafetería, la señora del pastor me dijo entusiasmada: -¡Ella se ha casado, ella se ha casado!
-¿Quién se ha casado?
– ¿Recuerda usted aquella muchacha por la cual estuvo orando? Usted le pidió que escribiera diez puntos. ¡Pues ella se ha casado!
-Sí, ahora recuerdo. ¿Y cómo pasó eso?
– Ese mismo verano llegó a nuestra iglesia un maestro de música de una escuela secundaria, junto con un cuarteto de jóvenes. Se quedaron una semana con nosotros, para cantar en una serie de reuníones especiales. Era un joven soltero, y todas las chicas de la iglesia estaban locas por él. Todas deseaban salir a pasear con él, pero él se mostraba indiferente a todas. Pero enseguida se fijó en esa solterona de 30 años. Siempre andaba alrededor de ella, y antes de que se fueran de la iglesia, ya le había pedido que se casara con él. Ella no vaciló un instante y le dijo que sí.
Se casaron llenos de felicidad en esta misma iglesia, y el día que se casaron la mamá de ella tomó el papel y leyó ante la congregación los diez puntos. Después rompió el papel delante de todos.
Esto parece un cuento, pero sucedió realmente así.
Deseo recordarles una cosa: Dios está dentro de ustedes. Dios nunca hace nada concerniente a su vida independiente de usted. Dios trabaja a través de sus pensamientos, a través de sus creencias, de modo que, siempre que quiera que Dios conteste sus oraciones, sea bien claro y definido en sus peticiones.
No diga simplemente: “Dios, bendíceme, bendícerne”. ¿Sabe cuántas bendiciones tiene la Biblia? ¡Más de 8 mil promesas! Si usted dice, “Dios bendícerne”, Dios puede preguntarle”¿Qué bendición, de las ocho mil que tengo, quieres que te dé?” Por esto usted tiene que ser bien definido. Tome su libreta, escriba su petición, y visualícela claramente.
Hasta entonces siempre había orado en términos vagos, pero desde ese día en adelante, siempre oré en términos claros y precisos. Si Dios va a contestar nuestras oraciones en los mismos términos vagos conque nosotros pedimos, entonces nunca podremos saber que las está contestando. Debemos orar siempre definida y específicamente. ????????????????????✍????
Extraído del libro La 4º Dimensión, por Paul Yonggi Cho
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